jueves, 26 de julio de 2012

El caracter cristiano


Taller de sexualidad cristiana
El caracter cristiano

Por: Jose D. Menendez Castillo
















1 Timoteo 4:12
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

Introducción.
           A. Ninguno tenga en poco tu juventud.
¿Cómo se evita esto? ¿Por mandamiento?
La buena reputación no puede ser mandada,
sino que tiene que ser merecida.
   B. Las palabras del contexto explican cómo se evita.
        C. Debe nutrirse con la buena palabra de la fe (v. 6).
        D. Debe ejercitarse para la piedad, pues el ejercicio espiritual para todo aprovecha (v. 8).
        E. Debe ser buen ejemplo (v. 12). Al imitar a Cristo y Pablo, sería buen ejemplo de estas
cualidades. El ejemplo es un “molde”, pues al seguir el ejemplo de Cristo nuestra vida estará moldeada conforme a la imagen de El (Rom.8:28; 2 Cor. 3:18).
        F. Esta exhortación es para un evangelista (Timoteo) y, por eso, para todo evangelista,
pero también es una exhortación muy apropiada para todos los jóvenes cristianos.
I. La importancia de ejemplos para los jóvenes.
           A. Muchos son indiferentes hacia el evangelio y la iglesia. Creen que la iglesia no es
importante, que no ayuda a los de esta generación.
        B. Pero el ejemplo de jóvenes cristianos, fieles, dedicados y entusiastas tiene mucha
fuerza para atraer a los jóvenes indiferentes.
        C. Es necesario predicar la palabra, pero también es necesario vivir la palabra. El
sermón del buen ejemplo lleva mucho peso. Compárense 1 Ped. 3:1-4; 5:1-3.
II. Sé ejemplo en palabra.
           A. En la conversación diaria, pues el siguiente versículo trata de la enseñanza.
        B. Tito 2:6, “Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;  7  presentándote tú
en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad,  8  palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros”.
        C. Efes. 4:29, “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea
buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyente”; Efes. 5:4, “ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias”; Col. 4:6, “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”.
           D. El joven cristiano que quiera ganar a sus amigos debe entender la importancia de su
conversación. La plática de los jóvenes mundanos está llena de inmundicia, pero el habla del joven cristiano influye en sus amigos. Les pone un buen ejemplo, para que se animen a abandonar sus palabras corrompidas.
        E. El vocabulario de los libros, revistas y las películas más populares de cine y de
televisión es corrupto. Muchos de los artistas más populares son maldicientes y vulgares. “Quítense de vosotros toda … maledicencia” (Efes. 4:31).
        F. Por tanto, los padres y los maestros en la iglesia deben ayudar a los niños y jóvenes
a combatir estas influencias mundanas, insistiendo en que ellos sean buenos ejemplos en palabra.
        G. Si el joven cristiano llena su corazón con la palabra de Dios (Sal. 119:11; Col. 3:15), y
con himnos, entonces, Mat. 12:34, “de la abundancia del corazón habla la boca … Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.  37  Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.
III. Sé ejemplo en conducta.
           A. Que el comportamiento, costumbres y hábitos, concuerde con la profesión de fe. No
se refiere sólo a la conducta el domingo, sino a la conducta diaria. En esto somos la sal de la tierra y la luz del mundo. Este es el sermón que el mundo oye.
        B. 2 Cor. 3:2, “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones,
conocidas y leídas por todos los hombres”. Así es la vida y conducta del cristiano. Somos como un documento público, conocido y leído por todos los que nos rodean.
        C. Es cierto que los mandamientos humanos en cuanto al duro trato del cuerpo, el
abstenerse de alimentos, etc. llevaban a la apostasía, pero al mismo tiempo los fieles deben tener mucho cuidado de no ser acusados de conducta mundana. Es necesario evitar los dos extremos.
IV. Sé ejemplo en amor.
           A. Timoteo practicaba el amor. Fil. 2:20, “pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que
tan sinceramente se interese por vosotros”. El entendió el amor de 1 Cor. 12:25-27, etc. También los jóvenes deben estar preocupados por los que no son cristianos, aun por los enemigos, procurando lo mejor para ellos.
        B. ¿Cuántos jóvenes saben lo que es el amor bíblico? Todos dicen “yo te amo”, pero
¿qué significa? Los jóvenes cristianos deben ser ejemplos del amor bíblico, para que sus amigos puedan entenderlo.
        C. 2 Cor. 8:24, “mostrad, pues, vuestro amor”. El amor es conocido por lo que hace.
Tiene que ser mostrado:
                    1. Los jóvenes deben amar a sus padres, y mostrarlo en su obediencia. Efes.
6:1-3.
                    2. 1 Cor. 13:4, “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor
no es jactancioso, no se envanece;  5  no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;  6  no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.  7  Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. ¡Cómo los jóvenes necesitan ver ejemplos de esto!
V. Sé ejemplo en espíritu.
           A. Esta palabra no aparece en los manuscritos más antiguos y probablemente no son
auténticas.
        B. La palabra se usa en este sentido para hablar de cualidades morales. Por ejemplo, 1
Ped. 3:4, “espíritu afable y apacible”.
VI. Sé ejemplo en fe.
           A. Que sinceramente creamos y aceptemos lo que la Escritura dice. Los hombres del
mundo tienen confianza sin límite en sí mismos, los unos en los otros, en los sistemas humanos, pero no tienen confianza en la palabra de Dios.
        B. 2 Tim. 1:5, “la fe no fingida que hay en ti”.
        C. Incluye la idea de “fidelidad”. Sea fiel al ministerio. 2 Tim. 4:5.
           D. El católico vive con la confianza de que sus hijos y nietos serán católicos. ¿Tenemos
la confianza de que nuestros hijos y nietos serán cristianos?
VII. Sé ejemplo en pureza.
           A. 5:2, Exhortar “a las más jóvenes, como a hermanas, con toda pureza”. La relación
entre el evangelista joven y las hermanas más jóvenes es de suma importancia. Debe ser ejemplo de pureza y enseñarles y exhortarles como si fueran sus propias hermanas.
        B. 2 Tim. 2:22, “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor
y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”.
Conclusión.
        A. Timoteo debería ser el modelo para los fieles.
        B. El evangelista que no predique en su vida lo que predica en el púlpito debe hacer una
de dos cosas: o cambiar su vida o dejar de predicar.